Se oyó una vez
La voz de un poeta gritar:
"Rumbo a Melancolía".
Con el sol en la tez,
Marchó solitarió a la puerta
De atrás,
Que nunca más abriría.
Aquel recuerdo olvidado,
Volvió, como el viento
A la tempestad,
A su memoria.
Dando la vuelta al camino andado,
Se dijo:
"Soy, pues siento".
Y, con ansia de linimento,
Marchó, en busca de la que fuera,
Su gloria...
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